Pasado, presente y futuro

Desde hace 20 años, Orange López se dedica a elaborar artesanalmente réplicas a escala de embarcaciones históricas. Su regla de oro, que a la vez ha sido el secreto de su éxito, es construirlas en base a planos, cuidando además que todos los detalles y materiales sean lo más apegados posible al original.

Por: Karina López, publicado en la revista Clase Turista junio 2008.

Desde tiempos inmemoriales la navegación ha formado parte de la vida del hombre: gracias a ella se han fundado civilizaciones y pueblos, ha habido intercambio de enseres e ideas, se ha desarrollado el comercio y, en definitiva, se ha impulsado la evolución integral de la raza humana. Las páginas de la historia están llenas de aventuras de hombres intrépidos y valientes que recorrieron aguas lejanas llenas de misterios, historias, fábulas, creencias y supersticiones, y no olvidemos que el continente americano comenzó a figurar en los mapas a partir de la curiosidad y la pericia de apasionados navegantes.

Este espíritu es exactamente el que desde hace 20 años plasma el margariteño Orange López en cada uno de sus trabajos: impecables réplicas a escala de embarcaciones de todos los tiempos que, aparte de ser un exquisito deleite visual, están inmersas en deliciosas historias que hacen que inmediatamente nos transportemos a tiempos pretéritos. En este periplo lleno de sentimientos, sueños, frustraciones, encuentros y desencuentros, vemos por un instante el mundo a través de otros ojos, y tanto los constructores de la época como los navegantes de aquellos colosos marinos se hacen presentes para relatarnos sus experiencias.

Cada una de estas réplicas a escala se apega a la época a la que perteneció el barco original, intentando ser testimonio fiel de cómo el ser humano resolvió sus necesidades puntuales en los diferentes períodos históricos: Velas, poleas, cuerdas, madera, mobiliario, pintura y todos los detalles tienen características particulares, tanto estéticas como funcionales, porque en cada etapa de la humanidad, en cada cultura y en cada rincón del mundo, los barcos tenían determinados usos, los constructores usaban materiales específicos, la tripulación poseía ciertas costumbres y las embarcaciones respondían a requerimientos precisos.

Mapa de ruta

El mundo del modelismo naval a escala es realmente apasionante: Es un tema tan bello como complejo, y Orange López se maneja muy cómodamente en él. Nos recibe en su casa de Playa Zaragoza y, por su aspecto, bien podría confundirse con cualquier pescador de la zona. Confiesa que toda su vida ha sido un aficionado de los barcos, y es lector empedernido de libros sobre la especialidad. Su formación en este oficio ha sido íntegramente autodidacta, y cada una de las embarcaciones que sale de su taller es completamente artesanal, elaborada sobre planos y construida pieza a pieza. Remos, timones, puertas, escaleras, camarotes, mobiliario, anclas, velas y nudos son también cuidadosamente hechos a mano, siguiendo el mismo rigor histórico.

Con la sencillez y la nobleza que le caracterizan, nos explica: “Para comenzar cada trabajo, siempre el punto de partida es un plano al tamaño de la réplica. Si no los tiene, se hace. Aquí mandan a hacer a veces barcos por fotos, pero estas imágenes -aunque dan una idea general de lo que se quiere- no sirven para hacer planos. Como yo estudié dibujo arquitectónico, para mí no es problema sacar el molde y picar la madera, pero debo guiarme por el tipo de barco al que pertenecía, el país en que fue construido y la época de la que estamos hablando: por allí deduzco todo lo demás”.

Y agrega: “Las escalas son muy sensibles, y cualquier error de milímetros puede echar a perder el resultado final. Si la foto representa que la popa era de una determinada manera, ya uno tiene idea de qué forma tenía el barco; y luego se calcula el ancho en base al tipo de embarcación que se usaba en esa época. Uno tiene que conocer los diferentes tipos de barco que se han construido en el tiempo, pues algunos modelos tienen puntos clave con medidas específicas, y uno no los puede deformar.”

Todas las réplicas de López navegan en el mar y, de hecho, han estado en diferentes películas. La mayoría de las embarcaciones se hace por encargo, y son muchas las que actualmente están distribuidas en países como Miami, Holanda, Francia y Dinamarca. La elaboración de cada barco puede tardar entre seis meses y un año, dependiendo el modelo del que se trate, y cuando son necesarias reparaciones externas, se hacen de la misma manera que en sus hermanos mayores: “si se daña una tabla, se cambia y el barco vuelve a ser nuevo.”

¿Cómo ubicarlo?

Orange López, Playa Zaragoza, Sector El Mirador, Teléfono (0414) 841.28.77